¿Qué es más económico, una casa prefabricada o construida?

La economía es la gran clave que impulsa la decisión de elegir con una vivienda prefabricada. Sus costes de construcción o compra son menores que las convencionales. Las casas prefabricadas de hormigón son más caras que las de madera. Las viviendas prefabricadas se pueden construir un 60% más rápido que las convencionales. A grandes rasgos el precio de una vivienda prefabricada de 100 metros cuadrados oscila entre los 50.000 y los 100.000 euros, depende del material usado. Las de PVC o madera son las más económicas, mientras que las de acero u hormigón son más caras. Sin embargo se pueden encontrar opciones más baratas que están conquistando el mercado, con precios desde los 13.000 euros. Hay viviendas prefabricadas por menos de 50.000 euros. Según un análisis de Business Insider hay pocas diferencias de valor entre una opción u otra, a lo sumo de un 20% más barato en la construcción que en la compra directa.

Las casas prefabricadas suelen ser más económicas debido a la posibilidad de reducir tiempos de construcción, lo que a su vez minimiza los costes laborales. El coste de una casa de obra tradicional puede sobrepasar el coste de una casa prefabricada, principalmente por el mayor tiempo de construcción y si se eligen acabados lujosos o se realizan modificaciones frecuentes durante su construcción. En el caso de las casas prefabricadas, suelen ofrecer modelos estandarizados y tardan menos en construirse lo que hace que habitualmente sea más barato por ahorro en los costes laborales. Las casas prefabricadas presentan varias ventajas económicas que las hacen atractivas para los compradores. En primer lugar, hay que destacar la velocidad de construcción; estas viviendas se ensamblan en fábricas y, tras el transporte al lugar de destino, suelen estar listas en cuestión de semanas. Esto se traduce en un ahorro significativo en mano de obra y tiempo. Además, las casas prefabricadas tienden a requerir menos mantenimiento a lo largo de su vida útil, en comparación con las casas de obra tradicional, que pueden tener mayores gastos en reparaciones debido a los materiales utilizados. Desde un punto de vista de inversión, las casas prefabricadas tienden a devaluarse menos, especialmente con el crecimiento de la demanda por alternativas de vivienda más sostenibles. Otro aspecto a considerar es el impacto ambiental. Las casas prefabricadas suelen ser más eficientes en términos de energía, lo que se traduce en facturas de servicios públicos más bajas a largo plazo. Por lo tanto, no solo se ahorra en la construcción inicial, sino también en los costes operativos a lo largo del tiempo. Optar por una casa prefabricada puede ser una elección inteligente y económica en el contexto actual.